miércoles, septiembre 19, 2007

y sigue sin llegar el toefl...

Quisiera que fuera mi último 15 de septiembre en hermosillo y cómo lo pasé? DORMIDA! (desde antes de las 8 de la noche) La escuela me está matando y debo decir que me ha ganado una batalla. Después de un momento de tensión, entré a la clase de Jáuregui (Dinámica no Lineal) y decidí que me debía dar de baja. La clase no está difícil, pero es la materia menos importante de este semestre, así me quité 4 horas de clases a la semana, más las que debía utilizar en preparar exposiciones y esas cosas. Aún así lloré ante mi derrota, a Jáuregui parece haberle importado un reverendo cacahuate. (Aunque tycho me está diciendo que si le importa pero que no me lo va a decir... creo que tycho aún cree en cuento de hadas o en Dios)

Los pleitos están a la orden del día. Mi padre está un poco loco (no tanto como en años pasados) y mi madre pues, todo el mundo sabe lo que digo respecto a su cordura. Uno pensaría que por estar bastante grandecitos, pueden llevarse en paz, actuar maduramente o, mínimo, no involucrar a sus hijos en sus locuras. Aunque la culpa no es sólo de ellos, también de mis hermanos idiotas que quieren tomar partido de un pleito que no les corresponde. Los afectados: el huevito y yo. Le mandé un correo a mi hermana veritto para pedirle que no se expresara así de mi padre (literalmente lo mandó a chingar a su madre) y que no molestara al huevito con sus traumas psicológicos... en su mente las cosas suceden de un modo muy extraño (El huevito dice que cada día se parece más a mi mamá). Por lo pronto, yo terminé llorándole histéricamente a la maria elena, mientras el calcáneo esperaba en su cubículo a media noche.

La vida apesta, como diría el huevito, yo lo sé. Me decía la caimana que si alguna ves había pensado en que todos mis problemas se acabarían con mi muerte... no, en realidad no (y luego ella dijo que no era un pensamiento suicida, solo uno que planteaba la realidad). Se me hace increíble que estemos ya en la bajada de septiembre. El tiempo va muy lento y muy rápido a la vez. Han ocurrido tantas cosas este año que, cuando hago retrospectiva, no parecen haber ocurrido en el mismo año. Le decía al solecito de mi vida (de quien estoy muy orgullosa por su apertura a la libertad) que algunas cosas me parecen incluso ajenas a mi. Me he encontrado al Wereña (incluso cuando él no lo ha sabido) y no le hablo por el pacto que hice con él, en principio, pero también por que no lo reconozco: lo puedo ver y se me hace conocido, pasan imágenes de nosotros por mi mente pero no parece que sea yo la chica de esas imágenes. La Rocío que hoy escribe es muy distinta a la de hace un año, incluso a la de febrero y meses posteriores. Todo ha cambiado, todos se han ido, aunque sea de cierta forma. Asimismo, la Rocío que tenía ideas hace meses, ahora no piensa lo mismo acerca de muchísimos temas. Estoy reconsiderando mi vida apartir de los proximos semestres, quizá esperar un año para el posgrado, viajar por el mundo, tener trabajos mediocres un rato, no se... quizá envidie la vida del hombre perfecto, quizá es tiempo de un descanso, quizá es hora de hacer lo que realmente deseo hacer...

sábado, septiembre 08, 2007

I didn't see the news but I can talk you about gauss law

Salgo a la calle, veo los anuncios y árboles derrumbados por la ira del huracán (o lo que haya sido), los charcos que aún estan allí, las calles y banquetas sucias, ramas y tierra, lodo, plantas verdes, pero lo que realmente me perturba es la banderita ondeante en la antena del auto que pasa frente a mi... es septiembre. No hay mes más molesto que éste, cuando el patriotismo mexicano quiere salir a flote cual si fuese un partido de futbol.

Pues, después de muchas vueltas, se fue. Recuerdo que hace casi un año empezaron las "cosas raras", pactado por un libro, por lo que decidí que debía ser un libro lo que terminara el ciclo de las "cosas raras"... Pasé muchas horas caminando por las tiendas de telas buscando una naranja deportiva que hacía unos meses había comprado; no pensé que se fuese a acabar y menos aún que no existiera más de esa tela en ninguna tienda. Como pude, salvé el proyecto y de paso me compré unos bellos zapatitos de cerecitas (inspirados en mi vieja). Esa misma noche me vestí con el vestidito/blusa del huevo y me sentía bien genial, así como radiante. Las sospechas de los últimos meses fueron corroboradas. Como sea, cometí el gran error de creer que un buen matemático tenía que ser alguien con un vocabulario extenso, buena ortografía y conocimiento del mundo, en general,por lo que fui vencida por la ignorancia de las masas ante conjugaciones como "salís" y "haceslo". Llegó el último día y fue casi como siempre había sido, durante el tiempo de las cosas raras (e incluso antes), sólo que esta vez ya sabía que era el final. Me dijo que si tenía palabras finales y en realidad sí las tenía pero ya no valían la pena, así que negué todo. Es así como se fue para nunca más volver. Debo confesar que había algo distinto en todo, creo que una falla en mi plan perfecto. Sin embargo, no podía dejar de pensar. Así fue como, ese fin de semana, pensé en todo lo que se podía pensar, me hice preguntas y llegué a algunas respuestas, hasta que ya no pude correr más. Entonces dejé todo atrás, iniciando con mi cabello y mirando un nuevo horizonte con nuevas metas de las que ya hablaré después.

Por otro lado, mi madre nos decía cada año, cada san valentin que quizá fuera el último año de mi manina. Pasaron algunos san valentines antes de que sus palabras se cumplieran. La señora murió hace dos días, después de casi un centenario de vida. Quise darle el último a Dios a la señora cuya fuerza y entereza siempre admiré, pero yo no soy tan fuerte como ella y no pude pasar de la segunda fila de la funeraria. Me senté allí esperando el valor pero nunca llegó. En cambio llegó mi papá y se sentó allí junto a mí. En realidad no estaba sentimental, estaba aliviada de que mi manina por fin estuviese descansando, creo que vivía una especie de infierno estando encarcelada en su cuerpo débil, condenado a la vida sobre su cama. Lo que si me puso sentimental fue cuando mi padre me pintó la imagen de su muerte, preguntándome sobre si tendría el valor como para acercarme a su tumba... nunca le he contestado esa...

En fin, basta de mariconeces, hora de seguir con los problemas de térmica y, quizá, me de una vuelta por el dairy más tarde...
Locations of visitors to this page