La pequeña Ángela Julieta tiene 2 años y un par de meses. Ella siempre ha tenido un gusto particular por las muñecas por lo que la gente suele decir, con muchísima seguridad, que algún día será madre. Muchas veces viste de rosa pero eso es cosa de la gama de colores que venden en las tiendas y la preferencia de la madre (quien dice que su color favorito es el rosa-morado). Entonces hasta podríamos pensar que estos detalles son obra de la casualidad y gustos personales y que no tienen nada que ver con los roles sociales. Yo creo que así es...Sin embargo, aprendió una importante lección de vida el otro día.
Acercándose el tradicional desfile de primavera, su madre se vio en la necesidad de buscar un disfraz acorde al evento. AL no saber elegir le dio la oportunidad a la pequeña Ángela de elegir. La niña se decidió por un animal: el león. Su madre le dio gusto.
El día del evento la vistió de mallas y payasito amarillos. Le puso una faldita, como suele hacerlo. Le puso melena y le dejó sus chinos al aire. Le pintó bigotes y hasta chapetitos blancos. Era un leoncito hecho y derecho aunque con una simpática falda para indicar su género.
Y así empezó el desfile lleno de tortugas, conejos, abejorros, un león y muchísimas mariposas. Es entonces como, al final del día, la niña le dijo a su mamá: "la próxima vez quiero ser mariposa".
