domingo, junio 24, 2012

Junio gris

Anoche fue la primera lluvia del verano. Como cada año, desde hace pocos, salgo a gritarle al cielo cada que parece que va a llover. La tarde pasada realmente no creí que lloviera y me atrapó a medio camino. La disfruté pero siempre con ese sentimiento que creo que me quedará para toda la vida.

Pati y yo hemos pasado por ciertas cosas de la vida. Como hace años cuando pasamos por eso que nos dejó una marca eterna. Ella parece haber superado toda aquella experiencia y haber obtenido toda la felicidad que deseaba cuando nación la Julieta. Pero a veces creo que no. En especial estos días donde las cosas se han puesto grises.

Yo, por mi lado, no creo que en todo este tiempo haya tenido alguna experencia que sienta tan maravillosa como esa de PAti. Y no digo que todo sea triste pero, más bien, es que nada es suficientemente feliz como para igualar aquella experiencia. PEro estos días han sido raros. No dejo de pensar que en cualquier momento escucharé esa noticia que tanto temo y, al mismo tiempo, deseo que ocurra y me libre de todos pensamientos, a la vez que espero el inevitable sufrimiento del compromiso, el cual se merece.

Entonces, así como así, se murió. Siendo una persona que ha lidiado muy pocas veces con esto, ha sido difícil. Para mí si era alguien, alguien respetable, sumamente honorable, quiza un poco ojo alegre, pero todo un caballero. Un hombre sumamente inteligente, interesante, sabio. Platicamos en muchas ocasiones, comimos, reímos, viajamos, bailamos y hasta coqueteamos. Si algo me queda claro de él es que tenía esa clase de ética que aspiro a tener y, sobre todo, que amaba a sus hijos más que cualquier cosa en el mundo.

Si bien los días han sido difíciles para mí, no puedo imaginarme lo que han sido para ella, para Pati. No se qué haría yo si perdiera a mi padre pero espero que ella esté allí para abrazarme cuando pase...
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