Parte I
Esta semana fue la feria del libro en el ITH y, la verdad, tanto de feria como de libro no tenía nada. Supondré que esperaban una mayor participación de editoriales. Digamos que hay una explanada grande y, sobre ella, muchísimos puestecitos. Las tres editoriales que se pararon por allí estaban en uno de esos, en uno propio al otro lado y sobre una mesa justo debajo de un árbol.
De los libros que ofrecían, vi muchos de cosas de computadoras, cosas de materiales y mecanica y otros tantos de cosas fiscales, pero la mitad de lo que había allí eran libros de literatura y "literatura" (si, tenían toda la colección de Crepúsculo y otros libros como Quien se ha robado mi queso). No vi a alguien comprar algún libro ni supe si alguien lo hizo.
Parte II
Cuando yo estaba en primaria solía obtener información para tareas de la enciclopedia Hispánica que mi papá nos compró (aparentemente la vendedora estaba guapa). También tomaba información de viejas tareas y viejos libros de la Verónica, así como de las ediciones especiales de los periódicos. Las imágenes las sacaba de las mismas fuentes y, si tenía suerte, de alguna revista perdida por allí (cuyas imágenes eran más bonitas (casi siempre era el Selecciones)). Los niños con más recursos (y con padres con mayor tiempo libre) solían comprar estampitas que estaban geniales porque no sólo tenían una imágen bien bonita sino que también llevaban información resumida de lo que sea por atrás, así que uno no tenía que estar resumiendo largos contenidos de otros lugares.
En la secundaria seguí haciendo lo mismo sólo que ahora podía usar mis viejos libros (los tenía todos guardados, así como mis tareas y exámenes para que mis hermanos pudieran usarlos). Los niños con más recursos, en cambio, tenían computadoras con Encarta. Esto era todavía más genial que las estampitas, uno podía buscar lo que fuera e imprimirla así nomás sin leerlo... Incluso traía imágenes más reales!! Fui feliz el día que por fin tuvimos acceso a ella, recuerdo que solía pasar mucho tiempo leyendo sobre miles de cosas.
Para la época de la preparatoria ya era mucho más común buscar en internet. Aún así recuerdo haber sacado muchas tareas de libros. En la universidad Wikipedia todavía no estaba desarrollada al máximo (tenía mucha basura) y nosotros dependíamos de los libros de la biblioteca o de aquellos que podíamos comprar. También las versiones electrónicas de ellos eran útiles pero a mi nunca me ha gustado eso de leer libros en la computadora.
Los niños que ahora son mis alumnos son de generaciones que empezaron esta historia desde el Encarta! Los que estan en preparatoria ahorita (y en grados menores) de seguro ni saben que es una estampita. Hasta podría suponer que casi ninguno ha leído un libro físico en la vida (si es que han visto alguno).
Parte III
Me preocupada, de cierto modo, que las nuevas generaciones desestime el valor de un libro. Que no tengan la cultura de la lectura ni de la búsqueda más allá de Wikipedia. Que no sepan lo bonito del olor de un libro nuevo ni de ese orgullo que se siente al empezar una colección propia.
Por eso yo si compré un libro, de hecho varios. Los de Larousse estaban puestos dentro dle edificio principal vendiendo paquetes de libros. Vi uno que estaba enfocado a la ecuación primaria y no pude resistirme (si, no tengo nada de dinero pero ese uruguayo no lo sabe). Son un montón de diccionarios (El pequeño, el pocket ingles-español y otros para niños) así como una serie de tomos sobre preguntas y respuestas cortas sobre los que nos rodea, todo ilustrado y en palabras que un niño pueda entender.
Obviamente es para mi sobrino Marco quien esta en primero de primaria y esta aprendiendo a leer. Espero que él comprenda el valor de la lectura y de la sabiduría guardada en los libros...
Por cierto, ese uruguayo estaba señor, guapo y con una voz hermosa. No entiendo porque no vivo por aquellos lugares del mundo!
