lunes, marzo 21, 2011

Fin de semana largo

La luna, este fin de semana, ha sido hermosa. Me ha recordado esos atardeceres donde el sol empieza a desaparecer cambiando de tonalidades, primero blanco y brillante, luego una esfera naranja perfectamente dibujada, sólo para terminar en cortes circulares rojos desapareciendo detras del firmamento. Ha sido igual pero al reves, sobre un cielo oscuramente iluminado.

Gracias a Lázaro Cárdenas y a Benito Juárez, el fin de semana ha durado cuatro días, dejando la ciudad sola y calmada, sin tráfico o Caballeros Templarios. Si, lo se, la expropiación petrolera no es motivo de asueto oficial pero, en estas tierras, si cobra mucha importancia. A mi me agrada más Benito Juárez, creo que es de los pocos hombres de honor en la historia mexicana y su vida es cual cuento de hadas o telenovela mexicana (de esas que, según Lujambio, acaban con el analfabetismo).

Decidí aprovechar el último día sin morelianos caminado al centro de la ciudad para comer hamburguesas (encuentro particularmente rico y raro (raro como lo imaginativa de la comida sonorense) que le pongan puré de papas a dentro de la misma). Alfrodo perezoso no quiso acompañarme, pero no por ello se quedó sin hamburguesa. El clima era ideal, sol cálido con viento fresco y moderado. Entonces iba feliz y contenta cruzando una calle cuando, de la nada, un vagabundo golpeó mi brazo...

No, no fue un accidente. El vagabundo me estaba gritando algo, no se qué exactamente, y decidió darme un intencionado golpe. Yo, sin dejar de caminar, le dije sin pensar "qué le pasa?!" y luego me di cuenta de lo poco razonable que era esperar una respuesta. Nada de gente, nada de policías, sólo "combis" en las calles. Seguí caminando hasta que dejé de escuchar sus gritos... Tampoco había puré de papas en mi hamburguesa.

En fin, como dijo Darío, para que se me quite andar de presumida con mi felicidad y... departamento =P

1 comentario:

Anónimo dijo...

"A mi me agrada más Benito Juárez, creo que es de los pocos hombres de honor en la historia mexicana y su vida es cual cuento de hadas o telenovela mexicana (de esas que, según Lujambio, acaban con el analfabetismo)."

Me encantó toda esa oración.

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