En fin, recordando el examen de Electro que definiría mi vida, los resultados llegaron y fueron más que aprobatorios (9.2/10) pero ciertamente no estuvieron en tiempo y forma...
Ya era lunes y, con él, llegaba la hora de realizar el examen de Termo que, según yo, estaba muchísimo más fácil que el anterior. Tal y como sucedió la vez anterior, el examen no llegó a tiempo pero, en esta ocasión, la gente de Morelia no respondía ante llamadas telefónicas y/o correos electrónicos. Al tercer día, entre mi desesperación y stress (que por cierto, no me han dejado dormir correctamente hasta el día de hoy), Calcáneo me remitió un correo acerca del cierre temprano de la convocatoria de becas de Conacyt y la decisión de dejarme fuera por no poder llegar a tiempo.
Los días pasaron. Pude comunicarme con el coordinador y me explicó que cierto maestro, llamémosle "Dr. Nombre-de-italiano", decidió no ponerme el examen (el cual habían adelantado sin avisarme) y aferróse a no ponerme a MÍ el examen... Si, ya era como personal. (Cabe destacar que yo no lo conozco y creo que él tampoco a mí)
Al fin decidieron ponerme el examen pero lo haría otro maestro, el cual hizo uno muy raro y no creo que muy acorde a la ocasión. De todos modos lo respondí el pasado martes y, hasta hoy, han llegado los resultados (es casi como si todo el proceso y/o información se pasara vía no electrónica ni tecnologías superiores)...
Por cierto, ya había decidido irme así sin resultados. No me he despedido correctamente de casi nadie, de hecho apenas ayer le dije a mucha gente que me iba. Estuve nerviosa durante dos semanas ante la falta de certeza por mis estudios, los cuales empiezan el 2 de Septiembre, luego emocionada por la idea de estudiar de nuevo pero creo que ya me entró la melancolía de saber que me voy, pero ese también es otro tema para hablar después... Por lo pronto, me voy a Morelia en unas 30 horas y aun no hago maletas!
2 comentarios:
30 horas esta todavia muy lejos de la partida como para estar preocupandote por las maletas.
Por cierto, felicidades, por conseguir, de alguna forma, algo que ya querias desde hace tanto tiempo: largarte.
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